Hola a todos,
Tras un fin de semana complicado (me robaron el monedero en una discoteca), os cuento la experiencia del fin de semana: vivir el derbi mexicano en el Estadio Azteca.
El Estadio Azteca es un estadio de fútbol ubicado en la Ciudad de México con capacidad para 105.000 espectadores. Es el tercer estadio más grande del mundo, sólo superado por el Estadio Rungrado May Day en Corea y el Saltlake Stadium en la India.
Famoso entre otras cosas por la “Mano de Dios” de Maradona en el mundial del 86 contra Inglaterra.
Tras hora y cuarenta minutos en Metro y en Tren Ligero, aterrizamos en la parada del Estadio. Por fuera, no parece gran cosa, la verdad. Un estadio normalito, vaya.
El Azteca por fuera |
El partido, entre Chivas de Guadalajara y el América de la capital es una especie de Madrid-Barça aquí en México. Las aficiones estaban bastante repartidas, cosa que me llamó la atención. Pero es que resulta que el América va penúltimo y por la mala marcha del equipo, los hinchas no van al estadio.
Con Ana, María, Serguei y Fernando en la entrada |
De juego, fue normalito. Yo diría que ninguno de los equipos aguantaría en Primera División y si me apura, Segunda en España. Pero el ambiente en la grada, sí que era impresionante. La hinchada que teníamos a la derecha se pasó los 90 minutos animando sin parar, pese a que perdieron 1-3.
El interior del estadio |
Y es que los mexicanos van al futbol, además de animar a su equipo a comer y beber: cada cinco minutos tienes a una persona ofreciéndote pizzas del DOMINOS, refrescos, cervezas y hasta helados. Además, cuando acaba el partido, tienen la “graciosa” costumbre de tirar sus restos de cervezas/refrescos hacia el campo, por lo que la lluvia la tienes garantizada.
Ya tenemos lavadora (recordando las entregas en México). A ver si llega Internet pronto y puedo contaros el día del Embajador, que no se me ha olvidado, jeje.
Ta mañana!
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